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Desperté en la mañana, muy feliz. Tenía hambre así que hice desayuno y un café cargado (con eso de que de-repente me da sueño) encendí el televisor y estaba un buen episodio de una serie que me encanta. Desayuné como si fuera a ser mi último desayuno, lo disfruté como si estuviera en una película (porque siempre se me antoja lo que comen en las películas) y después de eso limpié mi bella casa.

Mamá llegó y fuimos de compras, fue muy divertido porque mi mamá me hace reír bastante, a pesar de que tiene un humor algo pesado. 

También disfruté mucho la comida, las aves son uno de mis alimentos favoritos (pobrecillas, pero tienen buen sabor, mal por ellas).  Tuve una gran charla con mis padres acerca de mi semana y de como se siente vivir sola. Después de eso me fui a mi reunión de los sábados con el grupo juvenil donde doy clases de canto y creatividad. Hoy los hice escribir cuentos, a cada persona le di una lista de palabras, cada lista era diferente y estaban según el abecedario. Me di cuenta que hay personas con mucho talento y con una imaginación extraordinaria. 

Durante el baile de cumpleaños de una de las chicas recibí un mensaje muy triste, hubo un accidente, hay más de cuarenta heridos y 6 muertos. Entré en shock, lo primero que hice fue hablar con mi hermana, con mis primos y amigos. Gracias al cielo nadie había llegado aún. Un buen amigo que es médico estaba recibiendo a los lesionados en el hospital y estaba preocupado porque eran demasiadas personas. Necesitan donadores de sangre, necesitan más doctores y más ayuda. 

Cerré los ojos y único que pude hacer fue suspirar. Las comisuras de mis labios se fueron abajo y las sonrisas de todos se deshicieron. 

Duele, y hay un cierto aire de tristeza. No tengo que conocer a esas personas para escuchar el crujido de mi corazón. Me di cuenta que para muchos fue una noticia más, fue un acontecimiento que mañana ni si quiera pasará por sus mentes.

 ¿Por qué estamos perdiendo nuestra capacidad de asombro? 

Estamos pasando por alto que todos somos humanos y todos somos igual de frágiles.