Quiero que me sucedas cada día y llegar a casa por las tardes a nuestra lección de música y besos. Tomar café y platicar de las cosas que tanto nos gustan.
Por las noches recordarte que el mundo es algo que existe simplemente cuando salimos de la habitación y solo hay algo que me importa... Tus ojos.
Anhelo esconderme en tu cuello y enredarme entre tus brazos cuando tenga frío. Morderte las orejas y dejar que en invierno tu piel sea mi abrigo.
Me gustaría que me entendieras.
Me gustaría entenderte.
Gracias por aparecer cada
martes y hacerme escribir de ti.
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